Una de las más terribles condiciones laborales se presentan en los Laogai chinos donde existen varios cientos de miles de personas trabajando bajo esclavitud.
Desde hace cincuenta años China sufre la opresión de una dictadura que viola sistemática y ferozmente los derechos humanos. La mayor parte de los chinos desea una reforma a política, sin embargo, han sido brutalmente reprimidos. El más conocido ejemplo lo encontramos en Liu Xiaobo quien obtuvo el premio Nobel de la Paz 2010, por su larga y pacífica lucha por los derechos humanos fundamentales en China, no obstante, fue condenado a 11 años de cárcel por escribir un manifiesto en el que pedía reformas democráticas (La Carta 08).
El laogai (sistema de re-educación a través del trabajo forzado) se ha convertido en una herramienta muy efectiva y rentable para que el régimen del partido comunista chino oprima al pueblo y disidentes. Ya que en primer lugar, permite detener y someter castigo, sin la necesidad de pasar por un juicio previo. Un funcionamiento similar al de los campos de concentración. Y en segundo lugar, ha permitido al régimen obtener dividendos económicos de los productos que son fabricados en los laogai, para así poder financiar la persecución.
La Sra. Chen Ying escribió su experiencia en Tuanhe: “Estaba encerrada con más de una decena de otras practicantes de Falun Dafa en una celda de unos 12 metros cuadrados. Hacíamos todo en esa celda, incluyendo trabajar, comer, beber e ir al baño... Si no podíamos terminar el trabajo que nos habían asignado, no se nos permitía asearnos… Solo nos permitían dormir muy poco cada día, y nos forzaban a comenzar a trabajar en el momento en que abríamos los ojos. Mis manos tenían ampollas y callos gruesos por trabajar largas horas para terminar la cuota asignada… Generalmente trabajaba hasta la medianoche”.
El Sr. Zhao Ming, relata: “En el campo de trabajo forzado… una vez diez prisioneros bajo las órdenes de los guardias de policía del campo me dieron una golpiza, que me dejaron los muslos negros, llenos de moretones, y sin poder caminar durante dos semanas. Dos semanas antes de ser liberado, 5 policías me ataron a una cama y me aplicaron descargas eléctricas con 6 picanas”
(testimonios de sobrevivientes forzados a trabajar en un Laogai, por practicar Falun Dafa, una disciplina espiritual basada en Verdad-Benevolencia-Tolerancia y unos ejercicios de meditación)
TORTURA, ASESINATO Y ESCLAVITUD MADE IN CHINA
Los Laogai o Centros de reforma por medio del trabajo forzado son una forma extrajudicial de detención implementada por el régimen comunista chino con el objetivo de castigar a personas que tienen creencias políticas o espirituales distintas a las impuestas por el estado, modificarles forzadamente el pensamiento y generar dinero para continuar con la persecución.
Debido a las terribles condiciones y a la alta intensidad de trabajo, los detenidos en estos campos, han sufrido varios grados de lesión mental y física o incluso murieron.
Además, son sometidos a sesiones de lavado de cerebro, para reformar su pensamiento, en los cuales son adoctrinados y forzados bajo tortura a renunciar a sus creencias.
Por si fuera poco, se ha comprobado una red de laogai donde el régimen comunista chino retiene ilegalmente a miles de practicantes de Falun Dafa, manteniéndolos con vida, para vender sus órganos. Lea la investigación en la página web www.organharvestinvestigation.net
“El arma que utiliza el régimen comunista chino para mantener la persecución es la codicia humana, el deseo insaciable de tener más”.
Mientras la defensa de los Derechos humanos continúa en China, el resto del mundo se ha despreocupado, e incluso, han aceptado favores económicos del régimen chino estableciendo Tratados de Libre Comercio, entre otros favores.
Debido principalmente a los intereses económicos, la defensa de los derechos humanos se ha desestimado, consintiendo la inversión financiera, jugando un rol de fortalecer al régimen y a su represión. Algunas empresas occidentales, incluso han asistido directamente al régimen oprimiendo al pueblo chino.
Desde el 2009 existen pruebas de más de 1400 campos de esclavitud disfrazados con nombres comerciales en China, muchos de los cuales, elaboran productos de exportación.
Muchos consumidores compran los productos, engañados por su bajo precio, ya que desconocen completamente la verdad. El gobierno chino tiene, en efecto, una política preferencial para corporaciones en campos de trabajo forzado para estimular inversiones extranjeras. Un ejemplo de los objetos fabricados en estos Laogai es Beijing Mickey Toys Co. Ltd. Quien tomando contacto con el Campo de Trabajo de Xin’an, Beijing, forzó a practicantes de Falun Dafa a producir conejos de juguete para Nestlé.
Pero no se debe generalizar, no todas las empresas están involucradas en la violación de los derechos humanos en China, aun queda mucha gente de buen corazón. Todas estas personas merecen un reconocimiento.
www.laogai.org - www.cipfg.org
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